viernes, 17 de julio de 2009

Historias de la emigración

El Cuaderno de Saramago

Que tire la primera piedra quien nunca haya tenido manchas de emigración ensuciándole el árbol genealógico…

miércoles, 15 de julio de 2009

De nombres y barcos

Arturo Pérez-Reverte

El barco, sobre todo si se trata de un velero, es un ser vivo. Fue Joseph Conrad quien dijo que, del mismo modo que los hombres, esos singulares individuos flotantes se mueven en un elemento inestable, sometidos a sutiles y poderosas influencias, y prefieren ver sus méritos apreciados que sus defectos descubiertos. Creo que nunca hubo una verdad como ésa. Hay barcos torpes, lentos, veloces, húmedos, caprichosos, astutos, celosos, ingenuos, ingobernables. Hay barcos felices y barcos tristes. Hasta en el modo de bornear cuando están al ancla se les notan las maneras. Los hay de poco carácter, siempre dispuestos a ser lo que es el hombre que los gobierna; pero también con personalidad propia, acusada, capaces de tomar por sí mismos decisiones fundamentales para su supervivencia y la de aquellos a quienes transportan. Yo mismo he visto, en mitad de un chubasco espantoso y con un viento inesperado, brutal, que rompió el anemómetro en la cifra de 51 nudos y siguió subiendo, a un velero noble gobernarse por sí solo, adoptando la posición correcta a la espera de instrucciones de su patrón, durante el dramático minuto que éste, cegado por una intensa lluvia casi horizontal, tardó en encender el motor, arriar velas y hacerse cargo del timón. Un buen barco piensa por sí mismo, y es capaz, en las condiciones adecuadas y bien gobernado, de hacer cualquier cosa menos hablar. Incluso, para un oído atento al macheteo de la proa y el aguaje en las bandas, el crujir del casco, el vibrar de la jarcia y el gualdrapeo de las velas, algunos barcos hablan. Por eso, cuando hay mal tiempo y las cosas se ponen duras, el navegante experimentado blasfema –nadie tan proclive a eso como un marino– e insulta a Dios, al mar o a su perra suerte. Nunca al barco.

domingo, 5 de julio de 2009

Dormir más para correr mejor

CONSUMER EROSKI (22 de junio de 2009)

Unos hábitos de sueño correctos son esenciales para lograr un rendimiento deportivo óptimo

Los deportistas acumulan a menudo una deuda de sueño por no dormir el tiempo necesario. Si bien muchos atletas y entrenadores dan importancia al acondicionamiento físico y a la nutrición como factores esenciales para conseguir un rendimiento óptimo, seguir unos hábitos de sueño adecuados es determinante, según un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford.

Literatura gratuita en Internet

CONSUMER EROSKI (9 de junio de 2009)

Ante la llegada de los lectores de libros electrónicos, conviene conocer qué sitios web ponen a disposición del usuario material libre de derechos de autor

Lo que hace menos de un año parecía una quimera comienza a hacerse realidad. Los lectores de libros electrónicos (también conocidos como "ebooks") se hacen populares y sus ventas ya son notables. Su ligereza los hace fácilmente transportables y las mejoras en la tinta electrónica les permiten ofrecer los contenidos con la calidad suficiente para que no cansen la vista en exceso. Ante tal panorama, a las editoriales tradicionales no les queda más remedio que pensar en poner sus títulos a la venta en este formato, aunque de momento lo excluyan de sus ferias. Sin embargo, también se puede gozar de la buena literatura sin tener que pagar. Por ejemplo, acudiendo a las plataformas que recopilan y digitalizan obras cuyos derechos de autor han expirado.

Soportes para almacenar las bicicletas en el garaje

CONSUMER EROSKI (3 de julio de 2003)

Una manera de tenerlas disponibles y ordenadas

Es muy habitual que cualquier persona que disfruta de un garaje, además de guardar el coche, deje allí otros medios lúdicos de transporte, como la bicicleta. Aunque depende del uso, lo más probable es que ésta se deje en un rincón donde moleste poco, pero inevitablemente hay ocasiones en las que se cae o en las que se convierte en un obstáculo.

Para tenerla guardada adecuadamente, la opción más aconsejable es colgar la bicicleta sobre algún soporte, en el aire, pero siempre a una altura no superior al metro y medio porque, de lo contrario, bajarla supondría un esfuerzo totalmente evitable.

En tiendas de bricolaje se pueden adquirir unas fijaciones a modo de "U", que van sujetas con cuatro tornillos, y que presentan unos mangos engomados sobre los que reposarán las bicicletas. En función de las dimensiones de dicho soporte se puede colgar una, dos o más bicicletas.