jueves, 1 de enero de 2009

Crecer con el río

CAMINAR (diciembre 2008)

Crecer con el río Ebro con Piragua

Desde el embalse del Ebro, cerca de su nacimiento en Fontibre, el Ebro discurre por casi 950 km, en los que es navegable con mayor o menor dificultad y peligro. Pueden diferenciarse a ese respecto varios tramos, de los cuales el que mayor preparación y atención requiere es el comprendido entre el nacimiento, en Fontibre, y el embalse de Sobrón, ya cerca de Miranda de Ebro. A partir de ese punto la navegación sólo encuentra las dificultades asociadas a portear los distintos azudes y presas que jalonan su camino hasta el mar.

La variedad y belleza de los paisajes que el Ebro configura hacen que su exploración nunca caiga en la monotonía, contribuyendo a las continuas sorpresas la abundante avifauna que puebla sus
riberas e islas. Montañas húmedas, grandes ciudades, estepas desiertas y zonas agrarias son
algunos de los panoramas contemplables desde el río, y en muchas ocasiones en rápida sucesión o simultáneo contraste.

Si bien no existe todavía una guía de navegación del Ebro, es recomendable ojear el libro de José
Ramón Marcuello Todo el Ebro, e imprescindible llevarse encima los mapas del IGN a escala 1:50.000 como mínimo. Los pronunciados meandros y la dificultad de observar referencias
fuera del río hacen que el GPS sea una buena ayuda para situarse en el mapa.

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